“Hoy es el día, hoy cambia mi suerte, verás como hoy me llaman de algún sitio importante, ayer me apunté a varias ofertas en esa red de trabajo y tengo la sensación de que me llaman ...”. Éstas son las frases más características que se producen a primera hora de la mañana para los miles de preparados españoles con estudios.
Pero llega el momento, transcurre la mañana, pasa el tiempo y el teléfono no suena. Es el momento donde la cabeza actúa sola, “¿será por mi experiencia?, ¿lo habré explicado todo bien?, ¿dónde estará el fallo?”. Entramos en la web en cuestión una y otra vez para comprobar la situación en la que se encuentran las ofertas y casi siempre aparece: Descartado, en llamativas letras rojas para que no pase desapercibido. No se puede describir lo que siente uno cuando está delante de la pantalla del ordenador y se encuentra lo descrito. “Es extraño, la oferta encajaba con lo que yo he realizado en anteriores empresas, solo falta poner en los requisitos que buscan a alguien que se llame como yo, ¿cómo es posible que me descarten? No lo entiendo… tengo menos de 30 años, ganas de trabajar, lo doy todo en mi trabajo, realizo las funciones de ese puesto a la perfección, pero eso no lo puedo poner en mi Curriculum Vitae, y si no obtengo una llamada, una entrevista, una oportunidad, no puedo explicarlo”.
Finaliza el día y tus esperanzas caen, tu positivismo decrece, pero ante esta situación solo queda un remedio. Levantarse y volver a la mañana siguiente a tener ilusión, volver a buscar nuevas ofertas, seguir esperando esa ansiada llamada, porque ello llegará, algún día llegará, y si cuando eso pase, tu mente es positiva y sigues con las mismas ganas de demostrar que ese puesto es tuyo, ¡¡¡lo podrás conseguir!!!
1 comentario:
Enhorabuena por tu artículo Sergi, espero ansioso más colaboraciones.
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