miércoles, 8 de junio de 2011

Reflexiones de un parado (por David)


Esta entrada va dedicada a los más de cuatro millones de parados existentes en España, porque a veces nos sentimos ciudadanos de segunda categoría. Creo que por debajo de nosotros tan solo se encuentran los indigentes, los toxicómanos y las ratas de alcantarilla, que son el último estrato de nuestra sociedad.
Porque hoy los que conservan un empleo, a veces nos hacen sentir así. Yo era el primero que cuando trabajaba pensaba: “¡Qué bien viven los parados con su sueldecito y su tiempo libre! Me cambiaba un mes por ellos”. Pues efectivamente, esta situación no está mal, siempre que sea para un corto periodo de tiempo y te sirva para eliminar el tedioso estrés laboral que padecen la mayoría de los trabajadores. Pero cuando la situación se alarga pareces un inútil y sientes como muchas personas te miran de distinta manera.
Mucha gente cree que nos acomodamos viviendo de la prestación por desempleo o de los distintos subsidios que aprueba el Gobierno (las famosas “paguitas”). Pero no es así, tan solo anhelamos un trabajo digno y con una remuneración acorde a las funciones y tareas que se realizan. Porque ahora somos caldo de cultivo para que las empresas se aprovechen de nuestra angustiosa situación. Y pienso que durante muchos años todos hemos luchado por conseguir derechos para que nos lo pisoteen y retrocedamos a épocas pasadas.
Me gustaría dar un toque de atención a las administraciones para que apliquen políticas de empleo acordes a los tiempos que corren. No se deben llevar a cabo planes inútiles, maquinados por altos funcionarios del Ministerio, vacíos de contenido y que no llevan a ningún fin. Deberían aplicar medidas específicas que fomenten la creación de puestos de trabajo y no parches que no sirven para nada, solo para maquillar temporalmente la complicada situación de algunos desempleados. Pero no seré yo el que formule o proponga los métodos que se deben seguir para revertir los datos de las listas del paro que publica mensualmente el INEM, ya que no tengo conocimientos en dicha materia. Pero si en los tiempos de bonanza se hubieran realizado las reformas necesarias para mantener nuestro nivel de vida y el famoso Estado del bienestar, como en Alemania y en otras grandes potencias europeas, no estaríamos en la actual situación en la que nos encontramos, pero claro, entonces no seríamos España.
Espero que tras esta lectura todo el mundo pueda meditar y cuando vayan a realizar un comentario despectivo hacia un parado, reflexionen un momento y piensen antes lo que vayan a decir. Porque creo que no me equivoco si afirmo que en el círculo familiar y de amistades de cualquier persona hay alguien sin trabajo.
También me gustaría indicar que no somos parados. Parado es el participio del verbo parar, y según el diccionario de la Real Academia Española, parar significa detener e impedir el movimiento o acción de alguien”. Y quiero pensar que la mayoría de nosotros estamos en movimiento realizando multitud de actividades y tareas varias.

2 comentarios:

Fernando R. dijo...

Ánimo hermano, excelente artículo, sólamente te digo que algo grande te espera y que todo lo que haces lo haces bien, no conozco nada de lo que has hecho que no roce matricula de honor, así que hay que cambiar el chip, apoyarte en tus seres queridos, abrirte al mundo, y a comértelo. Un abrazo

María José Romero dijo...

muy bueno david! estoy de acuerdo en todas tus palabras, algo se hizo mal cuando teníamos superávit, nos confiamos y ahora estamos así.

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